lunes, 8 de noviembre de 2010

libros inmortales

Abandonar un blog supone ciertos problemas: cuesta volver a encontrar el tiempo, el tono, aquello que queremos contar. No voy a deciros que me propongo volver a la rutina cotidiana de escritura, porque sé que este estrés de vida de librera con múltiples quehaceres no me lo va a permitir.
Sé que uno se imagina que el trabajo en una librería es pausado y amable. Que cuando piensa en abrir cajas con libros recién llegados se imagina al librero oliendo el delicioso olor de un ejemplar nuevo. Lo sé porque a mí me pasaba hasta que me hice librera. Es un trabajo apasionante, que te permite conocer a gente interesante, disfrutar de libros maravillosos y vivir rodeada de ellos. Pero la tranquilidad, créanme, brilla por su ausencia.

Hoy decidí retomar el blog porque me sentía llena de cosas que contar. Han llegado últimamente libros deliciosos que quería compartir. Muchos de ellos, títulos descatalogados que algunos editores valientes se han atrevido -ya era hora- a rescatar. Y que siguen totalmente vigentes.

Empezaré por los recién llegados: La editorial Flamboyant ha recuperado, entre otras cosas, varios títulos del sueco Sven Nordqvist: Pettson va de acampada, Cuando Findus era pequeño y desapareció y ¿Dónde está mi hermana?, con ilustraciones que invitan a recorrerlas infinitamente, buscando detalles extravagantes y disparatados.

El Jinete Azul se ha propuesto rescatar joyas de la literatura infantil española que habían quedado olvidadas. Ya tenemos con nosotros de nuevo dos clásicos del álbum ilustrado: Historia de un erizo, de Asun Balzola, y Yo las quería, de María Martínez i Vendrell, ilustrado por Carme Solé Vendrell.

Hay otros que llevan más tiempo entre nosotros, y que me hacen feliz estando en las estanterías de la librería: Las aventuras de la familia Melops y Los tres bandidos, de Tomi Ungerer; cualquiera de los libros de Arnold Lobel. Otros de los que echamos de menos su traducción original: Nadarín o La rebelión de las lavanderas (publicado en la actualidad con el título Las lavanderas locas por la editorial Océano). Y algunos autores imprescindibles e inmortales que nunca han dejado de editarse: Roald Dahl, Gianni Rodari o Christine Nöstlinger.
Seguro que todavía quedan muchos que nos gustaría volver a encontrar en las librerías. Yo tengo mi favorito de cuando era niña: "El paquete parlante" de Gerald Durrell.
¿Cuál es el vuestro?